Nos manda la Escritura: “compra la verdad, y no la vendas” (Proverbios 23:23) y Jesús dijo que él es la Verdad (Juan 14:6) y esta Verdad es capaz de liberarte de cualquier pecado, de redimirte, de restaurar tu vida y darte el perdón de los pecados, la sanidad de cualquier enfermedad, herencia en el Reino de los Cielos, paz con Dios y una nueva vida. Esta Verdad es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al gentil y hoy Dios te da a conocer su Verdad para que seas salvo, perdonado, liberado de todo pecado y recibas herencia en el Reino de los Cielos por medio de Jesús y seas restaurado. ¡Qué buenas noticias! Jesús no es religión sino que es verdad, justicia, paz y gozo para todo aquel que cree y le obedece y hoy puedes tener la verdad y ser salvo, tan solo tienes que creer en Jesús.
El pecado entro al mundo por la mentira (Génesis 3:1-5) y por medio del pecado entro la muerte ya que, escrito esta, “el alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:4) y todos los seres humanos hemos pecado porque escrito esta que “no hay hombre que no peque” (1 Reyes 8:46) por lo que todos los hombres, al haber pecado, están condenados a morir mas Dios no quiere nuestra muerte, por lo que Dios envió al mundo a Jesús quien es la verdad (Juan 14:6) y por medio de Jesús Dios deshizo las obras de la mentira al quitar la muerte y el pecado y saco a luz la vida eterna y la inmortalidad por medio de Jesús (1 Timoteo 1:10) por lo que dice la Escritura que “la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23)
Y es que no ha existido, ni existirá, otra verdad fuera de Jesús ya que por medio de Jesús todas las cosas fueron hechas por lo que dice la Escritura que “todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Juan 1:3) y que “todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Colosenses 1:16-17). Siendo Cristo mismo quien hizo todas las cosas, la imagen misma de Dios, Él es la Verdad y la única fuente de vida por lo que también dijo que él es la vida (Juan 14:6) y el Apóstol Pedro dijo que él es el autor de la vida (Hechos 3:15) y la Verdad, el Autor de la Vida, vino en carne y sangre a morir por nuestros pecados para darnos vida por medio de su vida por lo que Jesús dijo de sí mismo: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” (Juan 10:11)
Jesús dio su vida por el predeterminado consejo de Dios, no la dio porque no tuviese el poder para salvarse a sí mismo, todo lo contrario, Jesús fue muy claro sobre esto y dijo: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” (Juan 10:17-18) por lo que Jesús dio su vida cumplimiento el mandamiento de nuestro Padre en amor por cada uno de nosotros y no porque no tuviera el poder para evitarlo. Por lo que también dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.” (Juan 15:13-14). Dios mismo hecho carne nos llama sus amigos si hacemos lo que él nos manda, por tanto, obedezcamos a Jesús guardando sus mandamientos todos los días de nuestras vidas.
Y ciertamente Jesús murió por nuestros pecados para cumplir las Escrituras sobre la muerte del Mesías que dicen que “se quitará la vida al Mesías, mas no por sí” (Daniel 9:26) “fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.” (Isaías 53:8) “Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado” (Isaías 53:10) y “derramó su vida hasta la muerte” (Isaías 53:12), mas tan cierto como murió es tan cierto que resucito al tercer día porque de él está escrito: “Porque no dejarás mi alma en el sepulcro, ni permitirás que tu santo vea corrupción.” (Salmo 16:10).
Y con su muerte Jesús destruyo al pecado en su cuerpo liberando del pecado a todos los que creen en él, por lo que él dijo: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:31-32). Jesús es la verdad y creer en él y guardar sus palabras tiene el poder para liberarte de cualquier pecado, no importa por cuánto tiempo hayas sido esclavo del pecado o de alguna opresión física o espiritual, hoy puedes ser libre del pecado por medio de la fe en Jesús ya que él destruyo al pecado por medio del sacrificio de su cuerpo y sobre esto está escrito “que quitaré el pecado de la tierra en un día.” (Zacarías 3:9) y Dios quito el pecado por medio de la muerte de su Hijo Jesús. ¿Pero porque hoy pecan las personas? Porque no todos han creído en el anuncio de Jesús y sobre esto dijo el profeta Isaías: “¿Quién ha creído a nuestro anuncio?” (Isaías 53:1) mas a todo aquel que cree, judío o gentil, Cristo es poder de Dios para salvación, sanación, liberación y redención.
No importa cuál sea tu situación actual, Jesús puede liberarte de la misma pues él es la verdad y puede darte paz, sanidad, perdon, bendición por medio de su Santo Espíritu. Por tanto, cree en la Verdad y serás salvo; cree en Jesús y serás salvo. ¿Cómo puedes creer en la Verdad? Dice la Escritura “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9). Todo aquel que es de la verdad, oye a Jesús (Juan 18:37) mas el que es de la mentira no le escucha ni le cree pues no puede creer en la verdad, mas yo estoy persuadido que tu eres de la verdad y que creerás en Jesús. Por tanto, haga ahora esta oración confesando que Jesús es el Señor y creyendo en tu corazón que Dios lo levanto de los muertos y serás salvo:
“Señor Jesús, reconozco que he pecado y que la paga de mi pecado es muerte, yo creo que tú moriste por mis pecados y resucitaste al tercer día. Perdona todos mis pecados, yo confieso que tú eres el Señor de todos y te agradezco por perdonarme todos mis pecados y creo que al recibirte he recibido también el regalo de la vida eterna. Dame tu Espíritu Santo y se mi Señor y Pastor para siempre. Gracias y Amén"